Lo ha dejado ahí, en medio de una gasolinera, abandonado.
Han pasado dos horas y su amo no ha vuelto.
Está aturdido, sin saber qué hacer ni dónde ir.
La alegría me dejó
esta mañana.
Donde hubo confianza ahora hay
ansiedad,
extraña mezcla de soledad y miedo.
Nunca había probado esto que ahora siento.
Desconocía cómo es
la tristeza.
El perro ha compuesto un turbador poema sobre la desolación y el desgarro. Un poema que ni tú ni yo vamos a leer.
No hay comentarios:
Publicar un comentario