Entrada al azar

domingo, 23 de diciembre de 2018

ME ACUERDO (Joe Brainard)


Me acuerdo de lo bien que puede saber un vaso de agua después de un tazón de helado.

Me acuerdo del día que murió Marilyn Monroe.

Me acuerdo de muchos primeros días de colegio. Y de ese sentimiento de vacío.

Me acuerdo de muchos septiembres.

Me acuerdo de cuando pensabas que si hacías algo malo, la policía te metía en la cárcel.

Me acuerdo de cuando, en el colegio, le dabas una tarjeta de San Valentín a toda tu clase, no fuera a ser que alguien a quien no le habías dado te diese una.

Me acuerdo de los lecheros. De los carteros. De las toallas para invitados. De los felpudos de “Bienvenidos”. Y de las señoras de AVON.

Me  acuerdo de la gente muy mayor cuando yo era muy joven. Sus casas olían raro.

Me acuerdo de que vida era tan seria entonces como lo es ahora.

Me acuerdo de cuando la Pepsi-Cola estaba con un pie en la tumba.

Me acuerdo de un pintaúñas rojo oscuro casi negro.

Me acuerdo de los vasos de aluminio de colores.

Me acuerdo de un día muy caluroso de verano en el que se me ocurrió poner cubitos de hielo en el acuario y se murieron todos los peces.

Me acuerdo de hacer helado casero.

Me acuerdo de que me gustaba más el helado comprado.

Me acuerdo de ponerme bronceador y de que justo entonces el sol se fuese.

Me acuerdo de esa sacudida que te da justo antes de quedarte dormido. Como cayéndote.

Me acuerdo de querer dormir en el patio de atrás y de que se riesen de mí diciendo que no iba a aguantar la noche entera y de, al final, dormir fuera y no aguantar la noche entera.

Me acuerdo de las fuentes que empiezan por un chorro pequeño y cuando pones la cara sale un chorro gigante que se mete en toda la nariz

Me acuerdo de la sopa de pollo con fideos cuando estás enfermo.

Me acuerdo de los filetes de pollo empanado.

Me acuerdo de llenar la cubitera hasta arriba y de intentar llevarla hasta el congelador sin que se me derrame nada.

Me acuerdo de ponerme mi mejor ropa para ir a comprar ropa nueva.

Me acuerdo de la gente, en la calle cuando se ponía a llover, saliendo disparada con la cara contraída.

Me acuerdo de lo que cuesta poner fin con naturalidad a una carcajada en público.

Me acuerdo de mis cumpleaños.


1 comentario:

  1. Tengo desde hace varios días
    una canción de Navidad
    metida en la cabeza
    como una cascada.
    Es algo raro
    que me circula adentro
    en los oídos y las sienes
    me habla de la alegría de compartir
    o de la pena de marcharse.
    Hago viajes cortos entre el pueblo y la ciudad
    o entre la ciudad y la noche
    y mientras voy en la carretera
    la melodía sigue ahí
    Merry Christmas Merry Christmas
    con coros y trompetas
    voces dulces atraviesan mi alma
    y la cuartean para cicatrizarla
    absorben la sangre del espíritu
    a una especie de cielo
    al agujero pleno de diciembre
    que se aleja y acerca como un fantasma
    al final y al comienzo de esa cosa trémula
    que se llaman los años.





    (Gabriel Jiménez Emám)

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